Afia Siddiqui, una especialista en neurociencias formada en el prestigioso MIT de Massachusetts, pasó en pocos años de posible eminencia a referente del terrorismo internacional.

Conocida como “Lady Al Qaeda”, esta madre de tres hijos cumple en Texas una condena de 86 años de prisión. Se convirtió en una de las personas más buscadas por el FBI en 2003, luego de ser mencionada en un interrogatorio por Khalid Sheikh Mohammed, cerebro de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas.

Asimismo, su esposo, Ammar al-Baluchi, fue otro de los autores intelectuales del ataque y actualmente se encuentra preso en Guantánamo. La científica fue arrestada tiempo después, en 2008, en Ghanzi, Afganistán, tras levantar sospechas por leer un mapa, algo exótico en un país en el que la mayoría de las mujeres no lee.

Entonces reveló sus aberrantes planes, que incluían el desarrollo de una “bomba de ébola” que infectaría a miles de personas en pleno Estados Unidos. Además, llevaba consigo planos de puntos estratégicos que serían atacados en Nueva York, como Wall Street, el Empire State, el Puente de Brooklyn y la Estatua de la Libertad.

Interesados en sumarla a su equipo del terror, los líderes del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) le ofrecieron al presidente de EE.UU, Barack Obama, entregarle a James Foley a cambio de la liberación de Siddiqui. Pero el mandatario rechazó la propuesta.

En segunda instancia, los yihadistas exigieron 132 millones de dólares. Esa oferta tampoco fue considerada por Obama, que ordenó en cambio una operación secreta para liberarlo, el pasado 4 de julio. Pero el intento fracasó.

Un mes más tarde, comenzaban los bombardeos contra las posiciones de los terroristas en Irak. En represalia, el Estado Islámico difundió el video que horrorizó al mundo, en el que un verdugo le corta la cabeza con un cuchillo a Foley.

Fuente: Infobae.com