“Algunos videos previos, como el que mostraba el asesinato del rehén estadounidense Nick Berg en 2004, no fueron tan compartidos en las redes porque la gente los encontraba demasiado gráficos”, dijo Ghaffar Hussain, director de la fundación antiextremista Quilliam..

“Este, en cambio, ha sido editado para que parezca menos una película de bajo presupuesto, y por lo tanto sí sea una pieza más útil de propaganda”, explicó el experto.

Según el ‘Daily Mail’, los productores del video parecen haber aprendido la técnica de los realizadores de las películas de terror, que han trabajado durante años con la idea de que es más aterrador aquello a lo que se alude, pero no puede verse que las escenas de violencia explícita.

A primera vista, el asesinato de Foley tiene mucho que ver con aquel de Berg y con el del contratista británico Ken Bigley, también secuestrado en Irak en el año 2004.

Los tres hombres fueron esposados y vestidos con una túnica naranja antes de ser cruelmente decapitados con un cuchillo. Sus últimos momentos de vida fueron documentados en horrorosos videos que circularon más tarde por la web.

Sin embargo, allí terminan las comparaciones. Porque mientras que los videos de los asesinatos de Bigley y Berg fueron reportados en filmaciones precarias y pixeladas, el de Foley se caracteriza por la comparativamente alta calidad de la filmación.

Los realizadores usaron en esta oportunidad varias cámaras y micrófonos profesionales. Mientras los videos de Bigley y Berg se hicieron en árabe, el de Foley es en inglés y con subtítulos.

“Lo terrible del video es el hecho de lo bien organizados que están el asesino y sus cómplices”, comenta Saif Rahman de la Asociación Musulmana Humanista y Cultural.

“Estas personas no son locos, ni estúpidos. El asesino parece ser un británico educado que sabe perfectamente qué es lo que está haciendo. Eso es algo que debería preocuparnos”, agrega.

A primera vista, el objetivo del video parece estar claro: persuadir a los Estados Unidos de que detenga su acción militar sobre los objetivos yihadistas en Irak. En la práctica, parece lograr el objetivo contrario: aumentar la presión para frenar el avance del EI.

Mientras la opinión pública parece oponerse a una intervención militar en gran escala, se calcula que EI tiene en su poder a otros 20 periodistas, que podría empezar a asesinar uno a uno para lograr sus objetivos.

Fuente: Infobae.com