Un caballo de Abruzzo, Italia, demostró un amor sin límites al que fuera su cuidador durante tantos años. ¿Cómo? El equino se escapó de la granja donde vivía para ir al cementerio a visitar la tumba de su amo.

El animal, de diez años, huyó de la granja hace dos días sin dejar rastro alguno de hacia dónde podía haber ido. Por fortuna para el resto de la familia que le cuida, luego de dos días dieron con su paradero.

Los trabajadores de Giulianova Heritage, la empresa encargada del cementerio de la ciudad, vieron al animal deambulando entre las tumbas. Después del asombro inicial, los empleados cogieron al caballo y le metieron en una zona donde no pudiera volver a escapar.

Tras avisar a la Policía pudo localizarse a sus propietarios gracias al chip que portaba. El hijo del fallecido no mostró sorpresa cuando se le informó de que su caballo había sido encontrado en un camposanto.

“Estaba buscando la tumba de mi padre, su primer maestro, a quien él quería mucho”, afirmó, y añadió: “El día del funeral tuvimos que llevarle al cementerio cerca del lugar donde fue enterrado”.

Fuente: ABC de España