El (, por sus siglas en inglés) ejecutó a dos hombres acusados de espionaje en la ciudad de Raqqa, capital de facto del autodenominado califato en . Los verdugos usaron un macabro método para atemorizar a la población.

El crucificó a las dos víctimas en plena vía pública ante la presencia de decenas de personas, entre ellas niños y mujeres. Las imágenes fueron divulgadas por el canal Wilayat al Raqqah, que está afiliado al ISIS.

¿Qué método emplearon?

A diferencia de otras ocasiones, los yihadistas colocaron una cámara encima del arma de ejecución para filmar en primera persona la ejecución. Los asesinatos se llevaron a cabo por medio de disparos a corta distancia.

Tras asesinar a los presuntos espías, los yihadistas colocaron carteles de advertencia en el que indican que cualquiera que cometa ese mismo “delito” correrá la misma suerte. Antes de matarlos, un emir leyó las acusaciones contra los condenados.

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