Irán desmanteló a un grupo terrorista kurdo de inspiración integrista islámica y ejecutó a unos 21 de sus miembros, según denuncian organizaciones defensoras de los Derechos Humanos.

En un comunicado publicado hoy por la prensa local, el Ministerio del Interior de informó sobre la detención de 102 militantes y simpatizantes del grupo denominado “Tohid y Yihad”, compuesto por kurdos sunitas iraníes y de inspiración “takfirí”, como se conoce en Irán a los grupos yihadistas como Estado Islámico o Al Qaeda.

La nota apuntó que el grupo, formado en 2008, fue responsable de numerosos ataques terroristas en la región del Kurdistán iraní que causaron la muerte de al menos 20 personas y dejaron 40 heridos, entre ellos varios oficiales de policía, clérigos sunitas y chiítas de la región y jueces.

El comunicado señaló además que la última célula del grupo terrorista fue interceptada el pasado 20 de abril y que desde entonces todos los miembros fueron ya juzgados, condenados y en algunos casos, ejecutados.

En una circunstancia poco común en Irán, donde las ejecuciones no suelen ser anunciadas públicamente, el Poder Judicial de la provincia del Kurdistán emitió anoche un comunicado en el que escuetamente señalaba que las sentencias de muerte que pesaban sobre los miembros de este grupo fueron cumplidas el pasado día 2 de agosto.

La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) criticó estas ejecuciones “de prisioneros sunitas”, que calculó afectaron a 21 personas, en un comunicado distribuido desde su sede central en París el que también denunció la falta de un juicio justo sobre estas personas.

“La comunidad internacional no puede continuar ignorando tan graves violaciones de la ley internacional por parte de las autoridades iraníes. La ejecución de un gran número de prisioneros kurdos sunitas basada en confesiones forzadas y juicios amañados es una afrenta a los más básicos estándares de los derechos humanos”, dijo la organización en su nota.

La FIDH indicó además que otros 7 prisioneros están a la espera de ser ejecutados.

Según la FIDH, éstas personas negaron estar implicadas en actividades violentas y denunciaron que fueron arrestadas y juzgadas solo por sus creencias y por organizar reuniones y distribuir material religioso.

En los últimos meses la violencia terrorista y la represión gubernamental se han recrudecido en la región del Kurdistán iraní, con numerosos incidentes que han causado la muerte de decenas de personas en esa zona del país, fronteriza con Irak y Turquía y de mayoría kurda.

Irán acusa de este incremento de la violencia a Arabia Saudí, quien a su juicio está financiando e impulsando a grupos armados kurdos iraníes para que desestabilicen a la República Islámica en el contexto de los constantes enfrentamientos regionales entre Teherán y Riad.

EFE

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