El Consejo Nacional de Resistencia Iraní (NCRI) denunció una nueva ola de ataques con ácido contra al menos unas 25 mujeres en tres ciudades del país: Isfahan, Kermanshah y Teherán.

Estos habrían sido perpetrados contra menores de 30 años que no tenían correctamente colocado el velo islámico y se les veía el cabello; en algunos casos, también contra quienes conducían un coche.

Uno de esos atentados fue mortal, de acuerdo con la organización defensora de los derechos humanos: Una joven murió el domingo pasado en Isfahan a causa de las heridas que recibió en su pecho. Estaba acompañada de otras dos mujeres, que fueron lastimadas en el rostro y manos y debieron ser hospitalizadas.

Al momento, nadie ha sido arrestado por estos ataques, si bien el ministro de Interior iraní, Morteza Mir-Bagheri, declaró que cuatro personas habían sido interrogadas en Isfahan. Por otro lado, la NCRI señaló que hace dos meses ocho personas fueron atacadas con ácido mientras esperaban en una parada de autobús.

Según denuncian, esos atentados fueron hechos con la complicidad del régimen iraní, dado que los episodios coinciden con una reciente campaña impulsada por las autoridades para recuperar la “virtud”.

Entre las mujeres jóvenes, se ha puesto de moda dejar parte del cabello al descubierto, algo rechazado por la vestimenta impuesta por la Revolución Islámica de 1979. También suceden luego de que el sector clerical llamara a la población a “advertir” a aquellas mujeres que no estuvieran correctamente cubiertas con el velo.

Fuente: Infobae