La vida de los capos del narcotráfico ya no es la misma, si antes los grandes jefes se escondían y trataban a toda costa de ocultar su fortuna y actividades, ahora sus hijos y herederos, los llamados , hacen todo lo contrario y muestran sus lujos y excesos en las redes sociales, especialmente en .

Investigaciones periodísticas revelan que los narcojuniors están formados para la continuidad del negocio. Tal es así que muchos de ellos son licenciados de las carreras de Administración y Dirección de Empresas de las universidades extranjeras más exclusivas del mundo y estudian en centros de idiomas.

Sin embargo, lejos de los estudios y la vida del cartel, estos jóvenes gustan de las redes sociales. Ahí presumen sus joyas, autos deportivos, armas de colección con cachas de oro y diamantes, fajos de dólares y euros, camionetas blindadas, mansiones, avionetas, motos todoterreno, mujeres y excesos.

Los reportes indican por ejemplo que los herederos del grupo que dirige Joaquín Guzmán Loera, ‘El Chapo’ o Ismael ‘El Mayo’ Zambada, tomarán el control cuando sus padres sean atrapados o cuando la edad les impida seguir al frente de la empresa criminal.

Alfredo e Iván Guzmán, de 30 y 35 años, respectivamente, están considerados como los herederos del cartel de Sinaloa, negocio criminal que, por ejemplo, ha llegado a tener una flota de aviones más numerosa que la principal aerolínea de México.

el dato

El periodista mexicano José Reveles, especialista en temas de narcotráfico, ha publicado recientemente su libro ’Narcojuniors: Los herederos del poder criminal’, en cuyas páginas hace referencia a la larga lista de coches de lujo, mujeres, gustos y excesos que éstos explotan en sus medios sociales.

“Saben cultivar la marihuana en la sierra de Durango, Sinaloa y Chihuahua. Conocen las rutas para llegar a USA y a quien contactar en Colombia. Entienden la oferta y la demanda. Estudian administración de empresas. Se transportan en motos todo terreno, camionetas blindadas o carros deportivos. Tienen avionetas y planeadores. Asisten a las peleas de box en hotel MGM gran Las Vegas, Nevada, y les gusta viajar a Dubái constantemente. No les incómoda comprar ropa en Nueva York, transitar por las calles de Medellín, organizar fiestas en París o cerrar negocios en Los Cabos”, escribe Reveles en la primera parte de su libro.