La policía inglesa capturó al mecánico Richard Newton con las manos detrás de la cabeza mientras conducía su vehículo sin usar sus manos y a una velocidad cercana a los 100 kilómetros por hora.

Newton fue arrestado por el hecho y llevado a un tribunal. Se le acusaba de poner en peligro a los transportistas y transeúntes del lugar.

Sin embargo, logró evadir la prisión aduciendo que tenía problemas de espalda debido a la cantidad de trabajo pesado que requiere su trabajo y que necesitaba estirarse.

“Yo aún tenía el control del vehículo. Tenía mis rodillas bloqueadas y mis piernas apoyadas contra el volante”, además de negar a la fiscalía que estaba “presumiendo”.

El hombre aceptó su culpabilidad por conducción temeraria, pero negó la acusación de conducción peligrosa. Pudo haber sido encarcelado durante seis meses por el delito que lleva una prohibición automática de su permiso de conducir al menos durante un año.

Al conductor le fue revocado su permiso de conducir durante 12 meses y se le dieron 100 horas de trabajo comunitario. También se le ordenó pagar 852,37 dólares por gastos de juicio junto a otros 81,83 dólares por recargo.