El crimen fue descubierto con una llamada de emergencia desde una vivienda. Al llegar los primeros efectivos policiales descubrieron el cuerpo de un hombre semidesnudo con una herida de arma blanca en el tórax tirado en el piso, en la localidad de Temperley, en la capital argentina.

Cerca del cadáver de la víctima, Guillermo Bossero de 58 años, la Policía encontró un cuchillo tipo daga de 20 centímetros de largo.

En la casa estaba la pareja de Bossero, de 58 años, Ingrid Coene, de 52, quien contó a los agentes que ella y su pareja habían ingerido bebidas alcohólicas y estaban practicando juegos sexuales.

Coene “estaba bajo tratamiento psiquiátrico y consumió ansiolíticos con alcohol antes de cometer el crimen”, contó a la prensa Julianna, una amiga de la homicida.

“Estaba tratada con clonazepam y otro medicamento que no recuerdo”, afirmó la mujer, que aseguró que Coene “no se acuerda de nada de lo que pasó”.

Un jefe policial que participa de la pesquisa no descartó que la mezcla de alcohol con remedios psiquiátricos haya ocasionado un brote psicótico, aunque tampoco se descarta que la mujer esté implementando una estrategia para que la declaren inimputable, informó el diario Crónica.

La justicia argentina dispuso la aprehensión de Coene por el delito de “homicidio”.

Fuente: Cooperativa