Una ciudadana británica de 56 años ha sido condenada a la pena de muerte por introducir cocaína en la isla de Bali, el destino turístico más internacional de Indonesia, dictó este martes un tribunal de justicia de Denpasar.

La sentencia superó en dureza a los 15 años de prisión que había solicitado la fiscalía contra la acusada al tener en consideración su confesión y comportamiento durante el procesamiento, según los medios locales.

Indonesia no ejecuta a ningún preso desde 2008, cuando fusiló a diez penados, entre ellos los tres principales responsables de los atentados terroristas perpetrados en Bali en 2002, que mataron a 202 personas, la mayoría turistas extranjeros.

Fuente: EFE