Un intrépido fotógrafo captó el preciso momento en el que un grupo de hormigas le lanzó su ácido abdominal como autodefensa, ya que habían sido provocadas.

Paul Quagliana, de 43 años, encontró a las hormigas sobre un tronco en el parque Wareham Forest, Dorset (Reino Unido), tomó su cámara y la colocó sobre un trípode. Como ellas no mostraban ningún comportamiento anormal, decidió molestarlas.

De esta manera obtuvo increíbles imágenes y aunque el chorro de ácido le salpicó en las manos, no le provocó ningún daño, pues este veneno es peligrosísimo para los animales pero no para los humanos, ya que su composición es similar al vinagre.