La fotógrafa Lisl Moolman estaba de vacaciones con su familia en el Parque Nacional Kruger de ; cuando se topó con una escena sorprendente: un enorme cocodrilo intentando devorar a una tortuga leopardo.

Lisl Moolman tuvo éxito en captar tal episodio. “Estaba sentada en la presa viendo a los animales que venían a beber”, contó.

“Como es normal, los cocodrilos toman el sol en esta presa. Todo estaba silencioso y tranquilo, hasta que vi a un cocodrilo nadando a gran velocidad con una tortuga leopardo sujeta firmemente entre sus mandíbulas”, agregó.

Sin embargo, lo que más le llamó la atención fue que el caparazón de la tortuga era tan fuerte que el cocodrilo no pudo quebrarla, por lo que decidió soltarla media hora después.

Finalmente, la tortuga se fue alejando de la manada de cocodrilos, aseveró Lisl.

Las imágenes vienen siendo compartidas en las redes sociales, causando gran revuelo.