Según el diario ‘El Universal’, algunos médicos estiman que ese dolor inicial de rodilla pudo ser un síntoma del sarcoma que lo aquejó. No significaba metástasis, pero sí el probable reflejo de un nervio aprisionado por el “tumor del tamaño de una pelota de béisbol”, tal como lo describió el propio Chávez.

La verdadera alarma, sin embargo, la dio el “absceso pélvico” por el que fue operado de emergencia en La Habana el 10 de junio de 2011, en los días finales de una gira por Brasil, Ecuador y Cuba que había comenzado el 5 de junio.

Tras varios días de convalecencia en la capital cubana, en Venezuela comenzó a sospecharse de que no se trataba sólo un absceso, sino de algo más grave. Esto se hizo oficial el 30 de junio cuando se confesó que, diez días antes, Hugo Chávez había sido sometido a una segunda operación, esta vez para extraerle un tumor maligno.

El tumor, se supo después, se encontraba en su zona pélvica y por las características, los oncólogos descartaron que se tratara de un cáncer de próstata, que fue la primera versión que circuló en ese mar de rumores que desató el cáncer de Chávez debido a la falta de información oficial.

Las versiones médicas, más basadas en los síntomas clínicos, apuntaron hacia un raro tipo de tumor, el leiomiosarcoma, desarrollado en el músculo liso de las paredes internas de la vejiga, rodeadas por el urotelio, por lo que no dio síntomas hasta que fue extremadamente grande.

La primera cirugía que se le realizó a Hugo Chávez, aunque se aseguró que era para remover el tumor abscedado, buscó “resecar” la lesión, es decir, extraerla para que el médico percibiera profundidad, tamaño y cuánto ha invadido y para que el patólogo determinara el nivel de malignidad.

La segunda cirugía, más larga, fue para remover el órgano malignizado. Aunque nunca se conoció oficialmente lo realizado, el protocolo indica que se le debe haber extraído la vejiga entera y la próstata. En la misma operación se habría reconstruido una nueva vejiga, utilizando parte del intestino.

El tumor del leiomiosarcoma también puede crecer hacia atrás. En esos casos se manifiesta con dolores en la parte posterior de la pelvis, pues presiona estructuras nerviosas. O puede provocar incomodidades en las piernas, como reflejo del nervio que presiona en la zona pélvica. Ese pudo ser el verdadero origen de aquel dolor de rodilla inicial.

Los protocolos médicos indican que, para tratar el sarcoma de vejiga, se suele recurrir a radioterapia y quimioterapia. La cantidad de fármacos y drogas que recibe el paciente pueden dañar los órganos blandos, como el hígado y el páncreas, que deben ser supervisados estrechamente para evitar problemas.

Probablemente, el tono amarillento que tiñó la piel de Hugo Chávez durante algunos meses se debió al mal funcionamiento del hígado. La caída del cabello fue consecuencia de la acción de las drogas oncológicas en el torrente sanguíneo, pues a través de los vasos capilares llegan al cuero cabelludo y debilitan la raíz del cabello.

La cuarta cirugía contra el cáncer resultó ser tan impostergable que no podía esperar a que transcurrieran las elecciones regionales. El postoperatorio se complicó con el surgimiento de una infección respiratoria que nunca se pudo dominar del todo y que derivó en insuficiencia respiratoria aguda, que al parecer fue la causa del deceso.