Mediante un uso generoso de la cuenta petrolera de su país, incrementada por los altos precios del barril de crudo en la primera década del siglo XXI, Chávez apuntaló al régimen castrista en Cuba, extendió la “revolución” por la región y revitalizó la integración latinoamericana.

Aunque también fue un factor de conflicto, especialmente con Estados Unidos y Colombia cuando esos países estaban gobernados por George W. Bush y Álvaro Uribe, respectivamente, su desaparición crea un vacío importante en el liderazgo de la región.

El analista argentino Rosendo Fraga, en su artículo “Perspectivas de América Latina en 2013”, señala que, aun ganando las elecciones el vicepresidente Nicolás Maduro, “difícilmente tendrá las mismas condiciones de liderazgo regional que ha mostrado Chávez”.

Lo mismo piensa el politólogo colombiano Fernando Giraldo: “el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, o el vicepresidente Maduro, en el plano interno, cuentan con el suficiente liderazgo para asumir las riendas del país, pero más allá de las fronteras no tienen el talante para reemplazar a Chávez”.

Según dijo a Efe Giraldo, “en el corto plazo no se ve a un líder con el carisma de Chávez que pueda representar al socialismo del siglo XXI”.

Sin embargo, señala que sí hay figuras destacadas dentro de la “izquierda moderada que pueden tener un importante rol en la región”, como Lula da Silva o la expresidenta chilena Michelle Bachelet, si llegan a regresar al poder.

En el caso de los presidentes Rafael Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia) y Daniel Ortega (Nicaragua), aliados de Chávez, Giraldo afirma que cada uno tratará de asegurarse el liderazgo “en escenarios como la ALBA o la UNASUR”.

Respecto a Brasil y Argentina, varios analistas coincidieron en que la falta de Chávez no va a tener las mismas repercusiones que en países más dependientes de Venezuela económica y políticamente.

En los últimos años, Chávez empezó a perder protagonismo en la región, en parte porque su enfermedad le obligó a detener su frenético ritmo y también porque llegaron al poder nuevos mandatarios que siguen modelos propios.

“Es el caso de la presidenta brasileña y del mandatario peruano, Ollanta Humala, quienes tomaron distancia de Chávez” y han implementado planes de gobierno de centroizquierda, que hasta el momento han sido exitosos en sus países, añade.

Fuente: EFE