El californiano David Potts se encontraba dando un paseo por una zona privada de géiseres en la isla de Maui, en Hawái, cuando se vio sorprendido por un potente chorro de agua que no existía hasta el momento.

El hombre de 44 años fue golpeado y engullido por el torrente de agua, ante la mirada aterrorizada de sus familiares y de otros turistas que poco pudieron hacer por salvarle la vida.

Los equipos de rescate han estado durante tres días buscando el cadáver de Potts sin ningún resultado. Parece que la Tierra se lo hubiera tragado para siempre, según publica el diario Hawaiinewsnow.com.

En la foto, realizada por Rocco Piganelli, este turista intentaba retratar a sus hijas sin percatarse de que estaba captando el momento en el que David Potts era golpeado por el géiser.