El fiscal general de Irán y portavoz del Poder Judicial, Gholam Husein Mohseni Ejei, aseguró que la aplicación de la pena contra un hombre condenado a quedarse ciego por desfigurar la cara a una mujer con ácido es definitiva, según afirmó la agencia estatal Irna.

El suceso se remonta a 2004, cuando el joven, Majid Movahedi de 29 años, arrojó ácido sulfúrico al rostro de su compañera de clase Amaneh Bahrami, al parecer porque ésta había rechazado sus insistentes propuestas de matrimonio.

En 2008, un tribunal condenó al agresor a recibir diez gotas de la misma sustancia en cada ojo, en aplicación de la antigua ley de las “Ghesas (o ley del talión), que contempla la jurisprudencia islámica iraní.

La pena debe ser aplicada por la propia Amaneh, quien el pasado martes declaró al diario local “Arman” que estaría dispuesta a ceder a cambio de dos millones de euros, pese a que ya perdió la visión de uno de sus ojos.

Organizaciones internacionales de derechos humanos como Amnistía Internacional (AI) han instado a no ejecutar una sentencia que considera inhumana y próxima a la tortura.