Un reciente estudio descubrió que las madres de niños pequeños son más gordas y consumen más calorías, bebidas azucaradas y alimentos grasos que las mujeres que no tienen hijos.

Por ejemplo, Sheri Lee Schearer, de 34 años, explicó que los resultados de la investigación describen su vida con un hijo de cinco meses, pero antes ella tenía el tiempo suficiente para prepararse una ensalada de espinacas y comer cosas más saludables.

Debido a que no cuenta con mucho tiempo, ella come cualquier cosa que sea fácil de preparar o comida rápida. “A menudo me doy cuenta de que sus necesidades (hijo) están antes que las mías”, expresó la madre.

Según el estudio estadounidense las comidas rápidas, fáciles de preparar, suelen ser altas en grasa y calorías. Los padres que eligen estos alimentos pueden terminar sirviéndoselos a sus hijos, y de esa manera generan un ciclo de alimentación poco saludable.