Sin embargo, estas prácticas no parecen haber surtido efecto.

No es la primera vez que animales, sobre todo burros, participan en las insurrecciones del Oriente Medio. Si antes eran más utilizados para tirar de vehículos con explosivos, ahora ellos mismos sirven como ‘coche-bomba’.

“Un burro comenzó a acercarse de modo sospechoso a las IDF, que abrieron fuego, haciéndolo explotar a distancia segura”, dice la página oficial de organización.

“Parece increíble que envíen a los animales a la muerte pensando solo en sus fines terroristas. Pero no es la primera vez que los palestinos aplican esta táctica despreciable”, aseguran las fuerzas israelíes.

Un caso parecido sucedió en enero de 2003. A un burro al que habían adosado una bomba lo dejaron en la carretera entre Jerusalén y Gush Etzion (un conjunto de asentamientos israelíes localizados en Cisjordania).

La bomba detonó relativamente tarde, pero nadie resultó herido. Aquel incidente no pasó desapercibido para la organización PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales), que pidió al líder palestino Yasser Arafat que mantuviera a los animales al margen del conflicto.

Fuente: Actualidad.rt.com