En los alrededores de la joven estrella cercana Beta Pictoris, situada a 63 años luz de la Tierra, en la constelación austral de Pictor, se está produciendo un catastrófico juego de billar cósmico entre un grupo de cometas que chocan violentamente entre sí.

Los impactos son tan fuertes que cada cinco minutos uno de estos cuerpos helados queda totalmente destruido. Los astrónomos se percataron de esta intensa actividad cósmica a través del telescopio ALMA en Atacama (Chile), que descubrió los restos de la demolición, una región sorprendentemente compacta de monóxido de carbono (CO).

“Las moléculas de CO pueden sobrevivir alrededor de una estrella por un breve tiempo, unos 100 años antes de ser destruidas por la radiación UV”, afirma Bill Dent, investigador de ALMA y autor principal de la investigación, publicada en Science Express. “Así que a menos que estemos observando Beta Pictoris en un momento muy inusual, el monóxido de carbono observado debe de ser repuesto continuamente”.

Los cometas y otros cuerpos helados atrapan grandes cantidades de CO y otros gases en su interior helado. Cuando estos objetos chocan, como es común en el ambiente caótico alrededor de una estrella joven, liberan rápidamente sus gases almacenados. Si estas colisiones se producen al azar en este sistema, entonces el gas estaría distribuido más o menos uniformemente.

Fuente: ABC