Tiene cuatro años, ojos verdes, dos trenzas de cabello casi platinado. Lleva por nombre María, aunque los medios de comunicación europeos, que comenzaron a contar su historia este fin de semana, la apodaron el “Ángel Rubio”. Se trata de una niña hallada en un asentamiento de gitanos en el centro de Grecia, cerca de la ciudad de Farsala, durante una redada policial.

Las autoridades sospechan que la menor pudo haber sido secuestrada, después de que pruebas de ADN determinaran que no está biológicamente relacionada con el hombre y la mujer que dicen ser sus padres.

La policía griega sigue sin tener pistas relevantes que sirvan para identificar a la niña encontrada el pasado jueves en un campamento gitano del centro de Grecia, *pero el juez ha decretado prisión preventiva para la pareja de gitanos que se hizo pasar por sus padres.

La mujer, de 40 años, e identificada como Elefthería Dimopulu o Selini Salí, tenía dos documentos de identidad y la policía no sabe si alguno de los dos es auténtico, ingresó en la prisión de Korydalós, en Atenas Luis Astuhuamán Estacio y Miguel Freddy Sandonáz Rojas, mientras que el hombre, Jristos Salís, de 39, lo hizo en la penitenciaría de Larissa.

Ambos están acusados por la Fiscalía de secuestro de menores y posesión de documentación falsa.

En sus declaraciones ante el magistrado, en los juzgados de Larissa (Tesalia), Dimopulu aseguró que la madre biológica de la niña es una gitana búlgara, residente en Grecia, que decidió dejar a la menor con ellos poco después de nacer ésta.

Jristos Salís, por su parte, dio al juez el número de teléfono móvil búlgaro de las personas que les habían entregado a la niña para poder confirmar este extremo, lo que hasta ahora no ha dado ningún resultado.

Fuente: EFE