María es una niña alegre, locuaz y a pesar de que es centro de un drama social de alcance internacional, hasta ahora no ha preguntado por los padres con los que vivía antes de ser removida de un asentamiento de gitanos en Grecia.

Esa es la descripción que hicieron a BBC Mundo los actuales cuidadores del “Ángel Rubio”, la niña de cuatro años que fue hallada en un campamento gitano la semana pasada en la ciudad griega de Farsala, en un caso que ha conmocionado a Europa y que ha repercutido en casi todo el mundo.

“En la mayoría de casos similares a éste, en los que nos entregan niños que son removidos de un entorno, al principio les cuesta mucho adaptarse porque extrañan el lugar donde vivían. Con María eso no ha ocurrido”, dijo Panayiotis Pardalis, vocero de la organización “La sonrisa de un niño”, que quedó a cargo de la menor.

Para Pardalis esa espontaneidad ha sido el rasgo más destacado de María, a quien describe como una niña muy elocuente, que habla algunas palabras de griego además del romaní, la lengua que utilizan las personas de origen gitano.

“Es una niña a la que le gusta jugar, especialmente con los juguetes que le hemos dado. Desde que llegó al hospital y, al que hemos tenido acceso, se ha mostrado sin timidez, siempre dispuesta a conversar”, aseguró.

En “La sonrisa de un niño”, donde están albergados unos 310 menores, María permanecerá hasta que el fiscal encargado del caso halle un nuevo hogar.

Por ahora seguirá en el hospital local bajo observación médica.

Fuente: BBC