Las personas con un cierto tipo de rasgos genéticos son más proclives a ser amables y a cuidar de otros que aquellas que no disponen de estos rasgos, y las otras personas pueden rápidamente percibirlo, según una investigación estadounidense.

La variación genética está relacionada con el gen que actúa como receptor de la oxitocina, algunas veces denominada la “hormona del amor” porque se manifiesta con frecuencia durante el sexo y favorece la empatía, una mayor vinculación con otras personas y otros comportamientos sociales.

Los científicos de la Universidad de Oregón dijeron que “nuestras conclusiones sugieren que incluso la menor variación genética puede tener un impacto en el comportamiento humano”, señaló el principal autor del estudio, Aleksandr Kogan.

Nueve de cada diez personas que fueron juzgadas por observadores neutrales como alguien en que “confiarían menos” portaban la versión A del gen, mientras que 6 de 10 de los considerados “más sociables” tenían el genotipo GG.

Las personas que tenían dos copias del G eran juzgadas generalmente como más empáticas, confiadas y afectuosas. Aquellos con genotipos AG o AA tienden a sentirse menos positivos en general y a tener menos sensibilidad paternal. Investigaciones precedentes mostraron que también tenían mayor riesgo de autismo.

Fuente: Yahoo.Noticias