El empresario Lai Changxing, prófugo de China desde hace 12 años y considerado el fugitivo más buscado por el régimen comunista, llegó éste sábado a Pekín después de que las autoridades judiciales canadienses autorizaron su extradición, poniendo fin a un largo conflicto diplomático entre Pekín y Ottawa.

Lai, de 53 años e implicado en la mayor operación de contrabando de la historia de ese país, arribó al aeropuerto de la capital, donde la policía le leyó sus derechos y se hizo cargo de él, informó la agencia oficial Xinhua.

El Ministerio de Seguridad Pública señaló que la detención de el sujeto tras tantos años de huida “muestra que finalmente un sospechoso de un crimen no puede evadir el castigo, sin importar a dónde huya”.

El caso se ha prolongado durante más de una década por las reticencias de la Justicia canadiense a deportar al hombre chino, ya que su sistema legal prohíbe la extradición a países donde se aplica la pena de muerte, informó Efe.