Este “hombre biónico” mide 83 centímetros de altura y fue desarrollado por la Universidad de Zurich –donde se le dio el nombre de Frank, como una forma de conocer hasta dónde ha llegado la tecnología biónica en los últimos años.

El robot está integrado por 28 partes artificiales, incluyendo pulmones, riñones y hasta un corazón sintético. Un sistema de sensores y procesadores son lo que permite a Frank caminar, hablar y ver.

Sus creadores explican que, sin embargo, no han logrado recrear el complejo funcionamiento del cerebro humano. Hasta que ese difícil logro se alcance no se podrá considerar a los futuros “hombres biónicos” al nivel de las personas reales.