“Mi nueva mascota. Mi hijo está loco, hace todo lo que le digo. ¡Me hace reír mucho!”, escribió Ayra de la Cruz Francisco en su cuenta de Facebook, mostrando las fotos de su bebé de 18 meses atado y comiendo en el piso, como su fuera un perro.

Sin embargo, lo que nunca se imaginó De la Cruz Francisco, que vive junto a su marido y su hijo en Orani, provincia de Bataan, es que sus fotos divertidas iban a terminar mal, pues a las críticas y mensajes de repudio se sumó la indignación de las autoridades, quienes terminaron quitándole a su bebé.

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Sucede que un día después de haber publicado la foto y cerrado de perfil por los mensajes, agentes del Departamento de Bienestar Social de Filipinas llegaron a su casa para llevarse al niño.

Ella suplicó que no se lo quitaran, juró que había sido una broma, que el niño estaba jugando y no era maltratado, pero no le hicieron caso.

Las autoridades decidieron internar en un albergue al menor para asegurarse de que no estuviera en peligro, también ordenó pericias psicológicas para los padres.