vivía tranquila y relajadamente en Turín, Italia, hasta que varias fotografías suyas fueron publicadas en . En las imágenes se lo veía con sus trofeos de caza y miles de personas reprocharon su actitud, pues como veterinario debía amar y no matar a sus “pacientes”.

Era noviembre del 2015 y Ponzeto veía cómo su fama y prestigio como veterinario descendían, así que decidió cerrar su consultorio y dedicarse completamente a su otra pasión: la caza de animales salvajes en África.

Así empezó a llenar su cuenta de Facebook con cabezas de leones, leopardos, ciervos, lobos. Todo tipo de vida entraba en la mira de su fusil y las fotos eran una forma de callar a sus críticos.

Entonces, ocurrió lo peor, en medio de una cacería Ponzetto cayó abruptamente a un barranco de 100 metros y murió. El hecho ocurrió en Val Soana, un poblado en el Piamonte.

Las primeras pesquisas indican que Ponzetto estaba persiguiendo a una de sus presas cuando resbaló en el hielo que se había formado en el camino. Fue allí cuando se precipitó y cayó sin poder sostenerse. El hombre fue rescatado por un helicóptero que lo trasladó sin vida a un hospital de la zona.

Al conocerse la noticia, algunos usuarios de Facebook amantes de los animales celebraron al saber las circunstancias de su deceso y escribieron mensajes donde resaltaban la palabra karma.