Un reciente estudio de la Universidad de Pittsburg confirma estos temores, explicando que el usuario de Facebook se preocupa de la imagen que presenta ante sus “amigos”, creando un perfil adecuado que aumenta su autoestima, y elimina así aquellos detalles, imperfecciones o actitudes que se dejan ver en una relación presencial.

Este aumento momentáneo de la autoestima lleva a una pérdida de control cuando el usuario sale de la red social, lo que ello conduce al consumo impulsivo de más golosinas y hacer más compras de lo habitual y más costosas, según aseguran los investigadores especializados en marketing a Russia Today.

Según informó Radio Bío Bío, el efecto Facebook según denominaron, tendría también otra consecuencia parecida a estar ebrio.

Sí, porque el aumento de la autoestima se une al efecto desinhibidor que otorga estar solo tras una pantalla, llevando a comportamientos agresivos o por el contrario, muy cariñosas, que en la calle seguramente escondería o manifestaría con alcohol en las venas.

“Piensa en ello como un efecto de licencia: Te sientes bien contigo mismo y quieres proteger esa visión mejorada. Eso puede explicar por qué la gente se enfrenta con tanta fuerza con quienes no comparten sus opiniones”, dijo la doctora Keith Wilcox.