La ministra de Interior de Reino Unido, Theresa May, afirmó que el Ejecutivo del primer ministro, David Cameron, estudia la opción de aplicar un toque de queda, a los menores de 16 años, en el marco de su estrategia contra el crimen de bandas.

Según May es necesario que la Policía pueda imponer este “arresto domiciliario” porque las actuales capacidades para dispersar sólo permiten a ese cuerpo declarar una zona como de no acceso con notificación previa.

Asimismo, explicó que el Gobierno seguirá adelante con los planes de reducir en un 20 por ciento el presupuesto policial, pese al pedido de altos cargos de reconsiderar el hecho, luego de cuatro días de revueltas callejeras en Londres y otras ciudades inglesas.

Por su parte, el jefe del sindicato policial, Paul McKeever, criticó el discurso de la ministra como “una bofetada en el rostro” de la policía. “El año pasado ya predije que habría disturbios y actos criminales, pero el gobierno no me escuchó”, señaló.