“Mickey” es un perro Pitbull de pelaje blanco con manchas café que mutiló la cara del niño de 4 años que cuidaba su dueña, una niñera de Phoenix, Arizona.

Tras la denuncia y captura de Mickey, un juez desechó la alternativa de castrarlo y arrancarle los colmillos como castigo, en lugar de eso ha emitido una sentencia inusual. El perro deberá cumplir una pena de cadena perpetua por atacar a un menor.

Según los testimonios vertidos durante las audiencias, Mickey atacó al pequeño cuando este se aventuró a salir al patio trasero de la casa de su niñera. El perro mordió la cara del niño en varias ocasiones y le dejó con severas lesiones.

Aunque ahora está en recuperación, el menor requirió de varias cirugías muy dolorosas.

Los familiares del niño y su dueña, solicitaron al juez el sacrificio de Mickey. Sin embargo, la fiscalía determinó que hay muchos adultos responsables por la conducta del perro inculpado.

El juez de Phoenix dijo que fue irresponsable tener a un Pitbull sin castrar encerrado en el patio trasero, mientras se tenía un menor en casa. A partir de estos argumentos, el juez sentenció cadena perpetua para Mickey.

Ahora Mickey pasara el resto de su vida en un refugio administrado por el controvertido sheriff del condado de Maricopa, Joe Arpaio, quien tiene la fama de tratar mejor a los perros que a sus prisioneros humanos.

Finalmente, en su sentencia el juez pidió a los involucrados y a todos los ciudadanos, que se detengan a pensar más en como su estilo de vida afecta a las mascotas, y así evitar llegar a extremos de sacrificar perros derivados de su comportamiento agresivo.

Fuente: Sdpnoticias.com