Después de horas analizando cómo sacar el cuerpo del sumidero, de unos nueve metros de profundidad, los equipos de rescate de Brandon, a las afueras de Tampa (Florida), dieron por imposible la operación de rescate ante la inestabilidad del terreno y lo “inusual” del socavón, que continúa expandiéndose.

“Llegados a este punto, realmente no es posible recuperar el cuerpo”, dijo a periodistas Mike Merrill, gestor del condado de Hillsborugh, donde se encuentra Brandon.

El sumidero es “muy profundo, amplio e inestable y necesita más demolición, que debe hacerse desde fuera del perímetro”, indicó Merrill, quien explicó que los esfuerzos se centran ahora en evaluar si hay más viviendas en peligro por el agujero.

La víctima, Jeff Bush, se encontraba durmiendo en su cama el jueves por la noche cuando su hermano Jeremy, que también se encontraba en la casa, oyó un fuerte golpe y posteriormente escuchó los gritos de su familiar pidiéndole ayuda.

Cuando llegó al dormitorio y encendió la luz sólo vio un enorme agujero en el suelo y parte del colchón de la cama de su hermano.

Trató de escarbar entre los escombros hasta que llegó la Policía, que le obligó a salir porque el suelo de la vivienda era muy inestable y existía el riesgo de que el socavón siguiera agrandándose. La inestabilidad del terreno ha provocado que se evacúen también las viviendas de los alrededores.

Fuente: EFE