El activista sirio Louay Abdul-Jood permaneció seis meses cautivo en manos del Estado Islámico (EI), tiempo en el que coincidió con el decapitado James Foley. Sin embargo, corrió mejor suerte. A pesar de las constantes torturas psicológicas y físicas que recibió por parte de los yihadistas, finalmente fue liberado en un intercambio con el Ejército Libre de Siria.

Abdul-Jood, quien fue secuestrado por el grupo terrorista en noviembre del año pasado junto a un camarógrafo de la agencia AFP, señaló que Foley era uno de los tantos periodistas extranjeros que estaban en manos del EI.

No obstante, quienes sí fueron golpeados y torturados casi rutinariamente fueron aquellos prisioneros que no eran periodistas. Abdul-Jood, quien fue acusado por los terroristas de “ser secular”, estar en una relación extra matrimonial y de pertenecer al Ejército Sirio Libre, recordó haber visto a un hombre “colgado boca abajo y con los pies en rodajas con navajas”, también rociado con alcohol y posteriormente sometido a electro shocks.

Este relato fue confirmado por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres.

“Este grupo yihadista utiliza todos los medios posibles para avanzar en su objetivo de controlar las noticias y la información, apuntando sistemáticamente a periodistas y medios que no comparten su ideología”, indicó esa organización a través de un comunicado.

El OSDH añadió que el EI busca imponer un régimen de terror por medio de “la intimidación, el secuestro, la tortura y el asesinato”.

Fuente: Infobae.com