Torturar, quemar y decapitar enemigos, secuestrar a jóvenes, arrojar al vacío a homosexuales o destruir vestigios de la historia son algunos de los bárbaros métodos usados por el Estado Islámico (EI), que atentan principalmente contra las poblaciones que controla y aterrorizan al mundo occidental.

Esta “cruzada del terror” parece no tener fin. El último atentado cometido por los yihadistas se centró en la destrucción de santuarios sufíes en Libia.

LEE TAMBIÉN: Estado Islámico: Lanzan panfletos en Mosul avisando de liberación

En las fotos, se ve a yihadistas del brazo libio del EI destruyendo el enclave arqueológico con mazos y maquinaria pesada. Tras el atentado el sitio quedó reducido a escombros.

Esta “cruzada del terror” parece no tener fin. El último atentado cometido por los yihadistas se centró en la destrucción del sitio arqueológico asirio de Namrud, en Irak, unas ruinas que datan del siglo XIII a.C.

Para el EI este tipo de vandalismo está justificado y solo sigue preceptos islámicos, ya que el mismo profeta Mahoma destruyó con sus propias manos otras figuras de ídolos religiosos, aseguraba uno de sus militantes tras el atentado de Mosul.

Fuente: EFE