Como se recuerda, dicha ciudad es cuna del fallecido dictador libio Muamar al Gadafi, en la costa mediterránea, confirmaron a Efe habitantes de la ciudad.

Según los testigos, hombres encapuchados y vestidos con ropa militar, armados con fusiles kalashnikov y lanzagranadas portátiles tipo RPG, han tomado varios edificios oficiales y desfilan sin miedo por el centro de esta localidad, situada entre Trípoli, capital del país, y Bengazi, la segunda ciudad en importancia.

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Grupos de pistoleros del Estado Islámico se presentaron en la universidad de Sirte, separaron a los estudiantes y profesores por sexos y clausuraron algunas clases, al tiempo que tomaron el Instituto Superior para la Electricidad, impusieron el uso del velo y ordenaron el cierre de salones de bodas, peluquerías y otros negocios relacionados con el cuidado femenino.

Además, han asaltado las sedes de las dos principales estaciones de radio de la ciudad, han retenido a los periodistas y se han llevado los aparatos a un lugar desconocido, añadieron las mismas fuentes.

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La llegada de los seguidores de Abu Bakr al Bagdadi a la cuna de Gadafi ha generado un masivo desplazamiento de la población, en especial de los trabajadores egipcios que temen por su vida tras la difusión días atrás de un vídeo en el que supuestamente eran asesinados 21 cristianos coptos.

Libia vive una situación de caos e inestabilidad que ensombrece la vida cotidiana de sus habitantes, atrapados entre dos poderes enfrentados y con la amenaza de los movimientos yihadistas, asentados en el este del país.

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Beneficiados por la anarquía y el vacío de poder, yihadistas procedentes de los estados vecinos han logrado hacerse con el control de Darna y establecer allí una franquicia del Estado Islámico (EI). Los yihadistas avanzan desde hace semanas hacia ciudades como Sirte.

Muchos son exmiembros de grupos radicales del Sahel como Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), con experiencia y contactos en sus países de origen.

Fuente: EFE