En un comunicado, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, denunció las atrocidades cometidas por el grupo yihadista en Irak, acciones que pueden constituir “crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad”.

“Estos crímenes incluyen asesinatos programados, conversiones forzadas, secuestros, esclavitud, abusos sexuales, destrucción de lugares de culto y del lugar de comunidades enteras por su afiliación étnica o religiosa”.

Según los datos de la ONU, sólo en la provincia de Nínive “cientos de yazidíes fueron asesinados y hasta 2.500 secuestrados a principios de agosto”. Al menos 650 reos de un grupo de unos 1.500 fueron masacrados en la prisión Badoush de Mosul.

“Aquellos que aceptaron convertirse fueron mantenidos bajo arresto. Los que rechazaron convertirse, los testigos cuentan que los hombres fueron ejecutados, mientras que las mujeres y los niños fueron convertidos en esclavos y entregados a los milicianos del EI”, agrega el comunicado.

Asimismo, en el pueblo de Cotcho, en el sur de la ciudad de Sinyar, el EI secuestró a “cientos de yazidíes” el pasado 15 de agosto, a quienes amenazó con la muerte en caso de que rechazaran convertirse al islam.

Por otra parte, los expertos de derechos humanos que componen la misión de la ONU en Irak han podido verificar que el EI está reclutando forzadamente a menores de edad (a partir de 15 años) “para usarlos como escudos humanos”.

Pillay también advierte de la posibilidad de “una masacre inminente” de la comunidad de turcomanos chiíes de la provincia Amirli in Salah al-Din, entre los cuales se encuentran 10 mil mujeres y niños, a los que el grupo yihadista mantiene bajo sitio desde el pasado 15 de junio.

Fuente: EFE