Así lo informó a Efe el jefe de seguridad de la provincia de Nínive, Mohamed al Bayati. El hecho se produjo horas después de confirmarse la muerte del rehén estadounidense Peter Kassig, quien fue decapitado por los radicales.

Los bombardeos fueron dirigidos contra posiciones de los extremistas en Al Qaiara, a 50 kilómetros al sur de Mosul, capital de Nínive en el norte del país, y también causaron un gran número de heridos.

Además, seis vehículos fueron destruidos por los ataques, así como tres edificios en los que se refugiaban los extremistas y que habían convertido en cuarteles militares.

El EI lanzó una ofensiva relámpago en junio pasado y se hizo con el dominio de amplias zonas del norte y centro de Irak, al tiempo que proclamó un califato en ese país y en la vecina Siria.

El último jueves, el EI emitió una grabación atribuida a su líder, Abu Bakr al Bagdadi, en la que anunció la expansión del califato a los países del golfo Pérsico y el norte de África, donde otras organizaciones radicales le han jurado lealtad.