La auxiliar de enfermería española Teresa Romero, la primera persona contagiada de ébola en Europa, dijo que está “un poquito mejor” y admitió que pudo cometer un error en el protocolo de prevención al tocarse la cara cuando se quitaba el traje protector tras atender a un enfermo con el virus.

El doctor Germán Ramírez, especialista de Medicina Interna del Hospital de La Paz, de Madrid, que forma parte del equipo que atiende a Romero, dijo a los periodistas que la paciente aunque está “confusa” ha reconocido que pudo infectarse al tocarse la cara con los guantes.

“Estoy un poquito mejor”, dijo la propia paciente al ser entrevistada por teléfono por varios medios de comunicación españoles.

Y a la pregunta de si cumplió todo el protocolo, respondió: “Yo sí”.

Romero, de 44 años, casada y sin hijos, se infectó al estar en contacto con el sacerdote español Manuel García Viejo, al que atendió y quien fue repatriado enfermo de ébola desde Sierra Leona, donde trabajaba en un hospital, y murió el pasado 25 de septiembre.

El consejero madrileño de Sanidad, Javier Rodríguez, desveló que Teresa Romero fue a depilarse a una peluquería después de visitar al médico de familia con los primeros síntomas de fiebre, y las dos trabajadoras que le atendieron están “bajo control”, como los profesionales sanitarios que han tenido contacto con ella.

También como medida preventiva, el perro de Romero y Limón, llamado Excalibur, fue sacrificado este miércoles en medio de una campaña en las redes sociales y concentraciones delante de la vivienda de la pareja para intentar salvarle la vida, empeño al que se unieron organizaciones de protección de animales y personajes famosos.

De momento, el marido de Romero no presenta síntomas de estar infectado.

El equipo sanitario que atiende a la auxiliar de enfermería contagiada y a las otras personas aisladas en el Hospital Carlos III dijeron estar “muy preocupados”, a pesar de que están siguiendo “a rajatabla” el protocolo establecido.

Fuente: EFE