El artículo 1 de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género de España entiende por violencia de género la “manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres” que “se ejerce sobre estas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia”.

Esta fue la respuesta que recibieron las diputadas socialistas Carmen Montón y Susana Ros del Ejecutivo cuando preguntaron por qué el llamado ‘caso Oudja’, igual que los de otras prostitutas que han sido agredidas por hombres que buscaban contactos sexuales, no se ha contabilizado como asesinato por violencia machista.

Oudja, de 24 años y origen marroquí, perdió la vida en octubre de 2013 en Melilla. Murió a manos de un cliente, supuestamente un militar. Tras mantener relaciones sexuales con ella, el hombre la golpeó hasta la muerte.

“Nunca se han incluido en las estadísticas las muertes de mujeres prostitutas y merece la pena reflexionar sobre ello. Si este negocio existe es por la pura necesidad de dominación de los hombres”, denuncia Ángela Cerrillos, presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis.

Según la cifra oficial, en lo que va de 2014 al menos 17 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en el país ibérico.

Fuente: RT