Ello ocurrió cuando el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, iniciaba su segunda intervención en la sesión de control.

Las activistas han sido expulsadas de la tribuna de invitados, desde donde seguían la sesión de control, mientras los diputados de Izquierda Plural aplaudían la protesta desde la bancada. No podrán volver a acudir como invitadas al Congreso, al menos, durante la actual legislatura.

No obstante, el desalojo no ha sido sencillo. Con el torso al aire se han agarrados con brazos y piernas a las columnas y barandillas de la tribuna para intentar impedir que pudieran expulsarlas. Los ujieres han tenido así que ir desalojando a las activistas prácticamente en volandas y de una en una ya que han necesitado unir fuerzas entre varios para poder separar a las mujeres de los elementos arquitectónicos.

La última en ser desalojada del Pleno, incluso, ha intentado asestar varias patadas a los ujieres y el personal de seguridad que la conducía a la fuerza hacia la salida.

Las activistas portaban el mismo lema, ‘aborto es sagrado’, escrito en el pecho y han mantenido sus gritos durante toda la protesta. Aunque inmediatamente después del incidente el presidente del Congreso, Jesús Posada, no ha realizado ninguna referencia al mismo, posteriormente sí ha comentado que la pregunta ha discurrido de manera ‘accidentada’.

Una de las activistas desalojadas es la responsable de Femen en España, Lara Alcázar, y todas ellas accedieron a la tribuna de invitados desde el turno libre, es decir, no fueron invitadas por ningún grupo político. Las tres mujeres se enfrentan ahora a una pena de prisión de seis meses a un año por perturbar el orden de la sesión de control.

Fuente: ABC