Según el diario estatal “Al Ahram”, los ladrones buscaban antigüedades en el área de Osim y pidieron la ayuda de un brujo, quien les convenció de que hacía falta sacrificar a un niño.

La banda de malhechores encargó a una mujer que secuestrase al niño a cambio de 8 mil libras egipcias (unos 1.000 euros), para después sacrificarlo en un ritual y poder obtener los tesoros que esta supuestamente contenía en su interior.

La policía egipcia fue alertada del suceso por la llamada de uno de los miembros de la banda, que no participó en el crimen junto a sus compañeros.

Una vez en el lugar, las autoridades hallaron el cuchillo que utilizaron para degollar al menor. Los criminales se dieron a la fuga con cinco supuestas antigüedades.

Fuente: Trome