Yasser Borhami, fundador del principal movimiento salafista de Egipto, dijo que pasar tiempo mirando los partidos es “un desastre que me causa gran malestar”. Agregó que esa actividad distrae de las obligaciones religiosas y mundanas y al final lleva a “la destrucción de naciones y pueblos”.

Su opinión religiosa, o edicto, que fue publicado en el cibersitio del grupo el sábado, difiere profundamente de la consideración tradicional en el sentido de que competencias como el Mundial de fútbol sirven para promover la camaradería y comprensión entre las naciones.

Aunque no llegó a prohibir que se vean los juegos, Borhami dijo que hay condiciones que lo hacen “inaceptable” para el islam porque distrae de la obligaciones religiosas, revela partes del cuerpo que los musulmanes creen que deben estar cubiertas, o provoca que los musulmanes apoyen a los infieles.

Sus declaraciones causaron polémica en momentos en que los egipcios están atentos a los partidos Mundial Brasil 2014.