Este Black Friday había opacado también parte del jueves, pues muchos negocios, entre ellos gigantes minoristas como Walmart, Best Buy (que abrieron a las seis) o Macy’s (a las ocho), adelantaron sus descuentos en entre el 20 y el 50% y ampliaron así el margen de ganancias de la considerada jornada de mayor consumo en Estados Unidos.

Las protestas, no faltaron de parte de quienes consideraban que el Viernes Negro estaba malogrando la fiesta más importante para las familias estadounidenses, no solo a los adictos a las compras sino sobre todo a los trabajadores de las empresas, que se felicitaban a sí mismas por la iniciativa, según EFE.

Unas 15 mil personas llegaron a hacer fila ante las puertas de Macy’s en Nueva York, 4 mil más que el año pasado, o los 10 millones de transacciones que registró Walmart en esas primeras cuatro horas certificaron que la estrategia, en términos puramente comerciales, fue un éxito y se espera que el porcentaje de aumento respecto al año pasado roce el 4 % según la Federación Nacional de Minoristas.