Fracasó. El documentalista Paul Rosolie decepcionó a los millones de televidentes que esperaban ver cómo una anaconda gigante se lo tragaba, tal como lo había estado promocionando desde hace varios meses a través de la señal de Discovery Channel.

Rosolie señalaba durante los anuncios que con la ayuda de un traje especial, diseñado para protegerlo de los apretones mortales de la serpiente y de los ácidos digestivos que genera su estómago, trataría de ser tragado por una serpiente pero no contó con la negativa del animal.

Pese a que el atrevido investigador había provocado a la serpiente, al cubrir su

traje con sangre de cerdo, el reptil no fue más allá de morder la mano de Rosolie e intentar sofocarlo.

“Es muy pesada, estoy tratando de moverme pero no puedo, me ha envuelto totalmente. Mis manos están bien. Ella me agarra. Estoy tratando de levantarme pero no puedo. Ella sabe que no puedo hacer nada más, estoy tratando de liberarme. Siento cada músculo de su cuerpo mientras respira. Estoy tratando de mover los brazos y las piernas… Es increíblemente pesada y saca provecho de eso. Tengo problemas para respirar y puedo morirme…” Así narraba el científico sus impresiones, luego de ser atacado por una anaconda de 8 metros de largo y cerca de 200 kilogramos de peso.