La masacre en el colegio de Newtown, en Connecticut, el pasado viernes ha reabierto el debate sobre la seguridad en las escuelas de EE.UU., con opiniones encontradas que van desde quienes abogan por mayor atención psicológica hasta quienes defienden que los profesores deberían ir armados a clase.

Esta última opción, que ya es una realidad en algunos colegios de Texas, fue recuperada este lunes por el representante estatal de Oregón Dennis Richardson, quien, durante una entrevista con la cadena CNN, reivindicó el derecho de los profesores a portar armas.

“Si yo hubiese sido maestro en el colegio de Newtown y el distrito no me hubiese prohibido llevar armas a clase, la mayoría de los niños seguirían vivos y el tirador estaría muerto, pero no por haberse suicidado”, aseguró Richardson.

Lejos de las tesis del representante de Oregón, la mayor parte de la comunidad educativa y de los expertos piden reforzar las barreras físicas como detectores de metales o alarmas, y mayor atención psicológica a los alumnos como medida para prevenir comportamientos criminales en los jóvenes.

“Lo que necesitan los colegios son psicólogos y tutores que tengan una estrecha relación con el alumnado, porque esa es la mejor línea de prevención”, explicó Kenneth Trump, una de las voces más reconocidas en el país sobre seguridad escolar.

“¿Habló Adam Lanza, el joven autor de la masacre de Newtown, con alguien sobre sus planes? ¿Podría la palabra adecuada en el momento adecuado haberle detenido?”, se preguntó Trump, quien lamentó el tiroteo en el colegio que acabó con la vida de 26 personas, 20 de ellos niños, además de la del propio Lanza.

Fuente: EFE