Xander es el nombre de un perro de raza pug que trabaja como voluntario para dos organizaciones volcadas en la recuperación de niños y mujeres que han sido víctimas de la violencia y el abuso sexual.

Este can perdió la vista siendo cachorro, tenía 10 meses, tras un accidente que le provocó un serio trauma craneoencefálico. Los veterinarios tuvieron que extirparle los globos oculares durante una cirugía. Y después de la misma, sufrió el abandono de sus dueños.

Sin embargo, en enero de 2013, la familia Beedy lo encontró en un refugio animal y se enamoraron de él. “Al instante supimos que tenía un don natural para reconfortar a la gente. A pesar de su ceguera, Xander lleva una vida feliz y normal”, asegura el matrimonio al diario Herald News.