Capozzielo comenzó tomando fotografías a su hermano desde que ambos tenían 20 años (actualmente tienen 33) y la intención de retratarlo obedecía a fines terapéuticos.

La obra de Capozzielo ha tenido un gran alcance en el mundo de la fotografía por el profundo mensaje que encierra el vínculo tan íntimo como es la figura de su gemelo.