La joven activista paquistaní Malala Yousafzai, que estuvo a punto de perder la vida en un ataque talibán, fue recibida este viernes por el presidente estadounidense, Barack Obama, su esposa, Michelle, y su hija de 15 años, Malia.

“Estados Unidos se une al pueblo pakistaní y a tantos en todo el mundo para celebrar el coraje de Malala y su determinación para promover el derecho de todas las niñas a ir a la escuela y cumplir sus sueños”, indicó la Casa Blanca.

Malala, que era candidata al premio Nobel de la Paz que hoy le fue concedido finalmente a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), fue herida de bala en la cabeza por los talibanes en represalia por sus campañas a favor de la educación en el Valle del Swat (noroeste de Pakistán), donde residía.

Ese atentado, que casi acaba con su vida, la ha llevado al exilio y a aumentar el alcance de sus campañas a favor de la educación femenina en los países desarrollados, que le han convertido en una popular y mediática activista que ha escrito a sus 16 años una autobiografía (“Yo soy Malala”) y crear una fundación, Malala Fund.

Fuente: EFE