El presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó que “nada” podrá romperlos, en un mensaje claro de firmeza durante la inauguración del museo sobre los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Las casi 3.000 víctimas de los atentados son las auténticas protagonistas del museo, y Obama destacó que la instalación mantiene viva su memoria para la posteridad.

En su intervención durante la inauguración del museo, Obama afirmó que visitar el edificio “es una experiencia profunda y conmovedora” que permite conocer y recordar a los fallecidos en los peores atentados terroristas de la historia.

“Aquí contamos su historia para que las generaciones por venir nunca los olviden”, afirmó el presidente, quien evocó cómo el museo expone detalles personales, como un anillo de boda o un casco de bombero, para acercarnos a ellos.

En el museo se muestran fotografías y objetos de cada una de las víctimas y detalles de su vida.

El museo, que ha necesitado casi trece años para su conclusión, ya que está parcialmente situado debajo de donde se encontraban las torres, narra la historia de los atentados e incluye todo tipo de objetos, desde fragmentos de los aviones usados por los terroristas hasta un camión de bomberos aplastado por los escombros.

Dentro de un tono sobrio y solemne, y sin que algunos miembros de la audiencia de familiares de víctimas y supervivientes pudieran contener las lágrimas, también hubo diversas coros e interpretaciones musicales.

Bloomberg, bajo cuyo mandato de doce años se gestionó la recuperación del Bajo Manhattan tras los atentados y la creación del museo, afirmó que el Memorial se unirá a los más famosos de la historia de Estados Unidos, como los de la batalla de Gettysburg y Pearl Harbor o el de los veteranos de la guerra de Vietnam.

Fuente: EFE