El incendio que azota al sur de California (EE.UU.) desde la mañana del jueves y que ha arrasado más de 4.000 hectáreas amenaza a más de 4.000 viviendas por un brusco cambio en la dirección del viento, informaron este sábado las autoridades locales.

Ocho helicópteros, seis avionetas y alrededor de 1.000 bomberos combaten un fuego que hasta ahora ha destruido 15 edificios y que está contenido en poco más de un 10 por ciento, si bien no ha provocado ninguna muerte hasta ahora.

“El viento ha provocado que las llamas regresen en parte a la zona donde está concentrado pero también ha hecho que se extienda por zonas sin arder”, comentó el portavoz del departamento de bomberos del condado de Ventura, Tom Kruschke.

Los vientos en la zona en dirección norte alcanzaron las 40 millas por hora (65 kilómetros por hora) en la zona.

Las zonas más afectadas van desde Camarillo hasta Malibú, pasando por la autopista del Pacífico, que ayer cerró durante dos horas un tramo de 9,3 millas (15 kilómetros) por la proximidad de las llamas.

El fuego, llamado “Spring Fire”, comenzó en una zona agreste y de matorral de las montañas de Santa Mónica, cuyas laderas descienden hasta la línea de costa por donde va el trazado de la autopista.

“Es difícil ver algo, es difícil incluso respirar. Apenas se puede ver a distancia. Apenas puedes ver adonde te diriges ni a lo que te enfrentas”, comentó el bombero Bill Nash al diario Los Angeles Times.

Fuente: EFE