Consiguió contactarse con un tío, que alertó a la policía. Cuando llegaron los médicos, una niña vestida de Blancanieves (su princesa favorita) les abrió la puerta.

“Ha dejado una impresión eterna en muchos de nosotros”, dijo el jefe de policía, Richard Grimes.

La policía de Weymouth, Boston, condecoró a Aryanna Lynch en una ceremonia que emocionó a su madre e hizo conocer la historia de la pequeña heroína.

Mamá Tiffany estaba en su octavo mes de embarazo cuando se despertó descompuesta por un virus estomacal. Su esposo Kevin no estaba en casa: Se había ido al hospital porque también había tenido malestares. Ella preparó el desayuno para su hija, y luego regresó a su living. Lo último que recuerda es que allí se dobló por el dolor de estómago y las nauseas. Después, perdió el conocimiento.

Para su suerte, Aryanna la vio caer. La niña, a pesar de estar muy asustada, se las arregló para hallar el teléfono celular de la madre en el piso del salón y desbloquear la pantalla. Y de alguna manera encontró la foto de su primo y lo llamó.

Pero no hubo respuesta humana. Sin embargo, le dejó un mensaje de urgencia: “¡Come over!” (¡Ven!).

El primo escuchó rápidamente el mensaje, llamó a la policía y luego a la casa de su tía, donde Aryanna corrió a atender el teléfono. Ya estaba llorando, aterrada porque su mamá no reaccionaba.

Sin embargo, la ayuda ya estaba en camino: Cuatro patrulleros, un camión de bomberos y una ambulancia llegaban poco después a la casa de Abbott Street. Una niña vestida de Blancanieves, su princesa favorita, les abrió la puerta.

Cuando Tiffany volvió en sí, los paramédicos estaban cortando su ropa. No tenía idea de cómo había llegado el servicio de emergencia para atenderla. Apenas puede calcular que estuvo desmayada “unos 20 minutos”.

“Todavía no puedo creer esta historia. Lloro cada vez que alguien me pregunta sobre ello”, confesó Lynch al diario Boston Globe. En estos días está por dar a luz a su segunda hija, Ashlynn Lee.

Fuente: Infobae.com