Los soldados estadounidenses de la Navy Seals, quienes llevaron a cabo la denominada Operación Gerónimo, solo dos siguen con vida según señala el diario ‘El Mundo’, tras la muerte del marine Brett D. Shadle en un choque de su paracaídas.
Sin embargo, lo que podría ser un hecho fortuito, se podría denominar como “maldición”, al ver el destino que han tenido los 25 miembros del equipo que entró a la casa donde se ocultaba el Osama Bin Laden.
Esta “maldición”, habría comenzado tres meses después de la “Operación Gerónimo”. En agosto de 2011 fue derribado un helicóptero de la OTAN en el que viajaban 22 miembros de los Navy Seals.
En tanto, en febrero de este año, el soldado que mató a Bin Laden declaró estar sin pensión ni seguro médico tras retirarse del Ejército, además de tener que pagar 500 dólares mensuales por la cobertura médica de los tratamientos que debe seguir tras dejar la guerra.
A pesar de que tras la operación que terminó con la vida de Bin Laden, el gobierno de Estados Unidos se mostró preocupado por la seguridad de los miembros del equipo de Navy Seals, el exsoldado que dio muerte al exlíder de Al Qaeda declaró que su familia se encuentra en proceso de cambio de nombre debido a que no posee ningún tipo de protección gubernamental.
Con información de La Tercera